¿Por qué tendemos los seres humanos, sobre todo actualmente, a creer que la vida es injusta con nosotros y que lo normal es que todo nos debería ir bien? Diariamente me asombra ver esto, no solo entre mis clientes, si no en la opinión de muchas personas que me rodean o que transmiten esa sensación cuando les leo.
La realidad es todo lo contrario. Si hacemos un repaso a nuestra vida y también, si nos ponemos…, a la de los que nos rodean, veremos que lo ‘normal’ es que, de 1 cosa buena que nos haya pasado (así como por azar, aunque haya trabajo detrás), nos han ocurrido otras 4 malas. Pero, no nos vayamos tan lejos, pensemos en lo que nos sucede en un día cualquiera, ayer, la semana pasada. ¿Cuántos momentos de esos ‘felices’ tenemos en las 16 horas que estamos despiertos, sin contar la cantidad de gente para los que la noche es un infierno de insomnio? Y entonces… ¿por qué cada vez aguantamos menos y cada vez peor los contratiempos de la vida? Vamos camino de convertirnos en una sociedad mayoritariamente medicalizada?