Severo Ochoa decía que “el amor es la fundición de la física y la química”. Si como recientes investigaciones han comprobado, ellos se enamoran por los ojos…ellas por el oído… ambos por el olor… y en la época estival, nuestros cuerpos se enseñan más, los colores de nuestras ropas son más vivos, estamos más bronceados, usamos el bañador, prolongamos el tiempo de las tertulias hasta última hora de la noche…Todo ello son incentivos que despiertan nuestras fantasías sexuales y exaltan nuestros sentidos.