Alicia López Losantos - Doctoralia.es

Cada año, miles de personas se hacen la misma pregunta:
¿Está bien no pasar la Navidad con la familia?
La respuesta, desde la psicología, es clara: , siempre que sea una decisión consciente, consensuada y basada en el cuidado de la pareja. Porque celebrar las fiestas “de dos” no significa rechazar a la familia, sino dar un espacio real a la relación, que también es un núcleo afectivo fundamental.

Las Navidades suelen venir cargadas de compromisos, expectativas y una sensación de “tengo que estar en todas partes”. Para muchas parejas esto genera tensión, discusiones e incluso agotamiento emocional. En otro artículo del blog ya expliqué cómo afrontar ese desgaste en «Estrés familiar en Navidad: cómo organizar las fiestas en pareja«, donde describo por qué estas fechas pueden convertirse en un desafío para la relación si no se gestionan bien.

Pero más allá del estrés, surge una cuestión que cada vez se escucha más en consulta:
¿Y si este año hacemos algo diferente? ¿Y si lo celebramos solos?

Cuando la pareja también necesita su espacio

La familia de origen es importante, pero la pareja es un pilar emocional que requiere presencia, intimidad y tiempo compartido. Si durante el resto del año apenas hay momentos de calidad, la Navidad puede ser el marco perfecto para recuperar la conexión. De hecho, en mi intervención para Antena 3 en “Planificando la Navidad…en pareja”, explico cómo estas fechas pueden convertirse en una oportunidad para reconectar cuando se planifican con intención y sin culpa.

Celebrar a solas puede ser sano cuando:

  • La relación necesita un respiro de rutinas y tensiones.
  • Las reuniones familiares generan ansiedad o discusiones.
  • Queréis vivir una experiencia especial que os recuerde quiénes sois como pareja.
  • Este año sentís que toca priorizar vuestro “nosotros”.

¿Y el sentimiento de culpa?

Es habitual sentir que “hay que” estar con la familia. Pero las obligaciones emocionales no sostienen los vínculos: los desgastan. No se trata de elegir entre familia o pareja, sino de equilibrar. Algunas parejas reparten días; otras alternan años; otras hacen planes breves con la familia y después reservan un tiempo para ellas. Todo es válido si ambas personas están de acuerdo.

Celebrar la Navidad en pareja: una opción válida, madura y saludable

Una Navidad a dos puede incluir una escapada, una cena especial, un plan tranquilo en casa o simplemente una noche sin relojes ni expectativas. Lo importante no es el formato, sino la intención: cuidar la relación y disfrutar.

Porque, en el fondo, la pregunta no es “¿está bien no pasar la Navidad con la familia?”, sino:
¿qué necesitamos este año para estar bien nosotros?

Cuando la respuesta se toma desde el diálogo, la libertad y el respeto, cualquier elección es la correcta.

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