La fórmula matemática del amor no existe. Existen, de hecho, cantidad de creencias poco fundadas sobre qué tipo de personas pueden encajar mejor en nuestra vida como pareja en función de cómo seamos. Una de ellas, que habitualmente escuchamos en nuestra vida cotidiana, es que las personas con caracteres opuestos se atraen. Pero, ¿qué hay de verdad en esto? Realmente ¿sentimos admiración por lo que nosotros no somos? O, dicho de otra manera, ¿debemos fijarnos en personas con formas de actuar y de expresarse distintas a las nuestras en la relación con el otro para garantizar nuestra felicidad?